Marc Hofstetter, nos trae a través de LA SILLA VACÍA un tema de actualidad, que cada día cobra mucha importancia, debido a que muchos colombianos que antes ahorrábamos, y con el correr del tiempo se veian los rendimientos en el Banco, hoy en día ahorramos y vemos disminución de nuestro dinero en los mismos Bancos que antes podíamos ahorrar y es que el dinero cada día se ve más inalcanzable para adquirir un mercado, o producto para el hogar y el desempleo que aumenta a ritmo escalofriante, debido a la falta de oportunidades para jovenes y viejos en edad de laborar.
Según la Real Academia, bancarizar es desarrollar las actividades sociales y económicas de manera creciente a través de la banca. Si bien la bancarización no es explícitamente una de las locomotoras del gobierno, en la práctica el sector financiero es la grasa de las ruedas de todos los vagones de la economía. Si alguno no recibe su porción, la rueda chirría y se ralentizan todos los vagones.
Hace unas semanas, presenté algunos resultados sobre el ahorro basados en la ELCA (Encuesta Longitudinal Colombiana de la Universidad de los Andes) y prometí una entrega futura con algunos datos sobre crédito, basados en esa misma encuesta. Aquí van:
A la pregunta de si algún miembro del hogar tiene deudas actualmente, cerca del 40% responde afirmativamente en los tres primeros estratos y 45% lo hace en el cuarto:
La encuesta también indaga por la procedencia de los créditos. Aquí están las respuestas:
Los resultados confirman varios prejuicios que teníamos sobre el crédito en Colombia. En el estrato cuatro, cerca del 80% tiene los créditos fondeados por el sector financiero y fondos de empleados. En contraste, en el estrato 1 esa cifra no llega al 50%. Preocupa además el tamaño de las “barras costosas” en los estratos bajos. El 20% de los hogares de estrato 1 tiene créditos con prestamistas, una fuente costosa de recursos. Algo similar ocurre con créditos con almacenes de cadena e hipermercados; la evidencia informal también apunta a que los créditos con estos proveedores también constituyen una fuente costosa de recursos.
¿Será hora de que el gobierno repiense el tema de las tasas de usura al sector financiero? El tema no es popular—y por tanto, no hay que hacerse muchas ilusiones. Con frecuencia, la gente interpreta las tasas de usura como la posibilidad de acceder a crédito barato gracias a esa regulación. Sin embargo, la verdad es que los techos a las tasas le cierran en acceso a crédito formal a los hogares más riesgosos para el prestamista—con frecuencia los de menores ingresos—y estos terminan acudiendo a créditos costosos e informales. La pregunta, por tanto, es si esos hogares estarían mejor con crédito con el sector financiero (sin techos en las tasas) respecto a la situación actual en la que se fondean con prestamistas.
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