Por: Giovanni Agudelo Mancera
Es evidente el afán en algunos sectores del gobierno, y de la empresa privada, de acabar con la televisión pública para que el ´duopolio´ no se preocupe más. La idea es empezar por liquidar el Canal Capital. La misión al parecer se le entregó al Contralor Distrital, la tomó muy a pecho, y ahora habla olímpicamente de su posible ´disolución´ supuestamente por las pérdidas acumuladas desde su creación, algo así como 41.000 millones de pesos y por los 1,098 millones de pesos que esta entidad aparentemente ´perdió´ en el 2013.
Más allá que esas cifras del Contralor sean ciertas o no, porque su gerente Hollman Morris habla de utilidades durante su gestión por 516 millones de pesos en el 2012, y 322 millones de pesos en el 2013, el debate es si la televisión pública debe ser rentable como lo dijimos en un artículo pasado. Vea La tv pública es servicio, nunca negocio, y no tiene que ser rentable
Para nadie es un secreto que Canal Capital es una piedra en el zapato para el duopolio que maneja la ´televisión privada´ en Colombia. Mediante ese extraño esquema que le permite a esos grupos económicos, dueños de esos ´canales privados´, usufructuar el espectro electromagnético, que entre otras cosas nos pertenece a todos, se les da todo el control y el monopolio para que llenen sus arcas, nadie los vigila ni los sanciona y cada día reciben más ingresos por publicidad y por su posición dominante en el mercado. Santos dejó en el cuarto de ´San Alejo´ su promesa de campaña de adjudicar el tercer canal para no hacer enfurecer a los dueños de esos ´canales privados´ y evitar así que le ´congelen´ sus aportes para la campaña de la reelección. Pero el dejar en el olvido el tercer canal no parece ser suficiente porque ahora la idea es poner un palo en la rueda para que Canal Capital pierda el impulso y no trasnoche al duopolio.
A estos ´canales privados´ les interesa que los televidentes consuman noticias amarillas y sensacionalistas, ‘culebrones’, ‘narcomorbonovelas’, refritos, realitys y todo lo que ´embrutezca´ a los televidentes y por eso les molesta que la televisión pública, en este caso Canal Capital, ofrezca franjas de opinión, de análisis, de historia, de información, que no presentan en el duopolio, y de campañas culturales para recuperar el sentido de pertenencia por lo público.
Como Canal Capital se ve en Colombia y en el exterior, a través del cable y de la internet, el susto para el duopolio es aún mayor, porque no les compite solamente en Bogotá. Atrás quedaron las épocas en que Canal Capital era una frecuencia apagada, aunque técnicamente estaba prendida, y hoy por hoy, por sus contenidos y su política de inclusión, crea ampolla en el neoliberalismo, hace parte de la opinión y marca tendencia. Se ha ganado el respeto y la aceptación de buena parte de los estudiantes, universitarios, ejecutivos, amas de casa y televidentes en general, y por eso la idea, en algunos sectores de derecha recalcitrante es liquidarlo, promover su disolución para que la ´televisión privada´ y sus contenidos de ´pacotilla´ siga siendo más rentable cada día.
Los argumentos económicos para los detractores de Canal Capital es que no produce ganancias, y los conceptuales, es que este canal tiene ´´excesiva propaganda de Petro y se utiliza para atacar a los contradictores del Alcalde´´.
Primero, la televisión pública, y en general nada público, debe ser rentable, ni acá ni en ninguna parte del mundo. Lo público es un derecho y debe ser financiado por el estado, la salud, educación, recreación, entre otros.
Segundo, y la propaganda antipetrista en el duopolio ¿no es acaso lo mismo?Utilizar sus frecuencias para despotricar del alcalde porque no es ´Santos de su devoción´ y sumergir a la ciudad en un tsunami institucional ¿no es acaso lo mismo?
Como vamos, y con los criterios que marca el Neoliberalismo, la derecha y la ultraderecha en Colombia, todo lo público se volverá privado para que lo haga ´rentable´ el duopolio y se lucre con lo que es de todos. Los medios de comunicación, la educación, la salud, el transporte, todo lo público se lo entregarán a los grupos económicos para que lo monopolicen y lo disfruten. Si seguimos así, en un futuro no muy lejano, hasta nos cobrarán por ver la televisión abierta.
Aunque el Contralor Distrital tuviera razón y Canal Capital produzca pérdidas no es argumento contundente para liquidarlo. Repetimos, la televisión pública no debe ser rentable. Como dice Hollman Morris gerente de Canal Capital ´´Las utilidades son la formación de audiencias y la consolidación de la democracia´´ y por eso los bogotanos, y los colombianos en general, no debemos permitir, que por un capricho del duopolio, desaparezca la televisión pública.
Van a empezar por Canal Capital, luego será la televisión regional, local y hasta comunitaria, es decir, todo lo que le compita o moleste a los dueños de estos ´canales privados nacionales´.
¡Afortunadamente existe la televisión por cable!
Ah, se nos olvidaba, el Contralor Distrital comparó la situación de Canal Capital con la Empresa de Licores de Nariño, la cual liquidaron por no ser rentable, y por eso según él, (nos referimos al contralor), este canal público ´debería correr esta misma suerte´. O sea que está comparando el negocio del licor con la televisión pública, ¡que falta de respeto por Dios!
Como dijo esta mañana una televidente de ´El primer café´, programa de Canal Capital, ´´ señor contralor, si quiere que la televisión pública sea tan rentable como las licoreras, entonces todas las mañanas nos tomaremos El Primer Guaro´´.
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