Dice investigador asociado del Centro Marsellus "El 'fracking' no contamina las fuentes de agua subterránea
Según David Yoxtheimer, la explotación de no convencionales es rentable, pero necesita una legislación rigurosa.
Por: Óscar Guesgüan Serpa
David Yoxtheimer ha trabajado en uno de los centros de lutitas más importantes del mundo y una de las grandes fuentes de gas en ese país, el Marcellus, ubicado en Pensilvania, Estados Unidos.
Por su conocimiento y los avances en la investigación sobre fracturación hidráulica, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), la Universidad de los Andes y la revista Dinero, invitaron al experto al país.
P: En medio de la coyuntura de la caída de los precios del petróleo, ¿el ‘fracking’ sigue siendo una opción?
El precio y los puntos de equilibrio, con respecto a los precios del petróleo, varían según donde se van a realizar las exploraciones. En este momento estamos hablando de un punto de equilibrio de US$70, pero hay que recordar que a medida que el proyecto avanza los costos de equilibrio van a ser más bajos. En el caso de Marcellus, en Pensilvania, operan por debajo de los costos de equilibrio de los no convencionales. En Colombia están en una etapa de exploración y en ese orden de ideas no aplica el valor de los no convencionales, porque no practican este tipo de exploración.
P: Aun con el desconocimiento que hay sobre gran parte del territorio colombiano, ¿es viable hacer ‘fracking’?
El primer paso en el desarrollo de los no convencionales es precisamente encontrar esa información que se necesita. Habría que hacer estudios sísmicos y hacer pozos exploratorios que confirmen los resultados.
Hay un dilema entre la academia y la industria sobre si hacer primero la exploración o buscar primero la información para proceder a la exploración.
Ese dilema se resuelve fácilmente, porque primero va la exploración y gracias a ella se obtiene la información.
P: ¿Qué tan costoso es extraer no convencionales?
Si tenemos dos pozos totalmente iguales, uno de convencionales y otro de no convencionales, con dos kilómetros de profundidad, el costo del convencional puede ser de US$2 a US$3 millones y con fracturamiento horizontal puede ser de US$8 millones. El horizontal tiene más retornos económicos con respecto al convencional, porque le va a pegar a la roca madre en un espacio de un kilómetro y medio.
P: ¿Mitos y realidad del ‘fracking’?
La fracturación hidráulica no contamina las reservas subterráneas de agua. En Estados Unidos no se ha visto el primer caso de que fluidos contaminen algún acuífero subterráneo. Donde hay más riesgo de contaminación es en el manejo de los fluidos en superficie, mas no el fracturamiento ni lo que pase en el subsuelo. Tampoco es cierto que este proceso va a secar los acuíferos subterráneos ni los recursos hídricos de una región, la realidad es que gasta un décimo de 1% de lo que gasta una población. La proporción que usa este proceso es muy pequeña. Hay un proceso químico con el metano que termina creando más agua, entonces eventualmente se podría generar más recurso hídrico del que había antes del fracturamiento.
En algunas partes se cree que la explotación no convencional puede ser no viable económicamente, pero tampoco es cierto, porque si se hace bien el proceso y se escoge bien la cuenca, es generador de utilidades.
Se cree que la industria no está regulada y los operadores pueden hacer lo que quieran, pero la verdad es que está fuertemente regulada y hay que hacer las cosas con rigurosidad.
¿Las petroleras deberían hacer solo ‘fracking’ o es un proceso que debe ir paralelo a la extracción convencional?
La industria es muy inteligente financieramente y va a estar donde haya proyectos con más utilidades, esto sin decir que va de la mano de convencionales o no convencionales, pero sí pueden funcionar paralelamente.
¿La legislación sobre este proceso debe variar de acuerdo con el lugar donde se practique?
Cada región tiene particularidades de biodiversidad que hay que atender, pero sí es universal cómo se construye un pozo, la disposición de los residuos y químicos que se utilizan.
¿Qué experiencia ha quedado en los países donde no hubo una regulación clara antes de comenzar a hacer inyección hidráulica?
En Marcellus mucha gente operó no convencionales en un marco que no estaba diseñado para ello y a medida que vieron los errores se diseñó un marco regulatorio para esta práctica.
¿Cuáles fueron esos errores que se cometieron en Marcellus por la falta de un marco regulatorio?
La industria no se dio cuenta de que cuando hacían las operaciones había metano, se escapaba y hubo emisiones dañinas. A raíz de esto se ideó la forma de hacer un pozo que no permitiera la salida del hidrocarburo. También el agua del proceso era enviada a una planta de tratamiento municipal para ser tratada como cualquiera y se dieron cuenta de que era una mala idea y que necesitaba protocolos especiales. Cuando hicieron los primeros pozos hubo problemas de presión y explotaron, a partir de eso creamos tres capas de instrumentación que controlan la presión.
¿Qué recomienda para hacer de esta práctica un proceso responsable?
Es necesaria una legislación robusta, explicarles a las comunidades el proceso y hacerlo con calma y en su orden adecuado.
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