En Colombia, país de Hipocritas, Mentirosos y Mojigatos, esta evidenciado que hay pelea y odios de Izquierda y Derecha, llevandose a las extremas de estas ideologías; en la Nota que la Revista Semana se ve ese malestar contra el Ex Alcalde Gustavo Petro en el Corte de Cuentas que va a presentar en próximos días a la ciudad; esto se traduce, que estamos volviendo a la violencia de los años 50as y 40as hacia atrás, donde el pueblo se mataba por pertenecer a un partido distinto, estoy hablando de Liberal y Conservador, pero en pleno siglo XXI, estamos hablando de ideología (¿¿??).
Leamos la Nota de Revista SEMANA
SEMANA conoció el documento completo que recoge el diagnóstico de la ciudad que Enrique Peñalosa le recibió a su antecesor. Estos son los resultados.
En los últimos cuatro años, Bogotá tuvo los mayores ingresos pecuniarios de la historia. Paradójicamente, en ese mismo lapso de tiempo, “la administración distrital no construyó ni un solo colegio nuevo, ni aumentó una sola cama en los hospitales de la ciudad”. Esta frase hace parte de la introducción del libro blanco que la actual Alcaldía de Bogotá acaba de terminar sobre la administración de Gustavo Petro, y que el alcalde Enrique Peñalosa presentará a los organismos de la ciudad en los próximos días.
El texto, elaborado por el equipo jurídico de la Alcaldía con el apoyo de los secretarios del gabinete, enumera las principales fallas administrativas del gobierno anterior, y hace énfasis en que los gastos que hizo el Distrito entre 2011 y 2015 no se vieron reflejados en mejoras sustantivas en la infraestructura y calidad de vida.
Según revela el libro blanco, en el gobierno de Petro los gastos aumentaron 2,4 billones de pesos, al pasar de 11,2 billones de pesos en 2011 a 13,7 billones de pesos en 2015. Esto representa prácticamente el doble del incremento que tuvieron los ingresos corrientes en esos mismos cuatro años.
La explicación que da el documento a que los gastos hayan sido mayores que los ingresos es que se disparó el número de contratos de personal de funcionarios que, en muchos casos, no tenían las calificaciones necesarias para trabajar en el Distrito. Es el caso del programa Territorios Saludables, que busca llevar atención primaria en salud a todos los rincones de la ciudad. Según el libro blanco, 3.000 de estas personas no tenían un diploma de bachiller y una de sus tareas era repartir el periódico de Bogotá Humana.
Petro recibió el Distrito con 29.625 contratos de prestación de servicios y los aumentó a 50.490, lo que representó cerca de 21.000 contratos más. Con un cálculo conservador que asigne un costo promedio de 2 millones de pesos a cada uno, podría decirse que a 2015 los costos de contratación aumentaron cerca de medio billón de pesos.
Si bien es cierto que Petro heredó muchos de los problemas de la administración de Samuel Moreno y que al final de cada periodo de gobierno siempre es necesario realizar contrataciones para garantizar el funcionamiento de la ciudad, aumentar en un 40 por ciento el número de personas que trabajan para el Distrito es bastante anormal.
A lo anterior se suman descuidos administrativos que incidieron en obras inconclusas, entrega de colegios en mal estado, problemas en el funcionamiento de los comedores comunitarios y graves problemas financieros en TransMilenio y el Sistema Integrado de Transporte, Sitp. Estos son los principales hallazgos incluidos en el libro blanco, cuyos detalles conoció SEMANA.
Acueducto y aseo: endeudados
La difícil herencia del esquema público de aseo que impuso la administración anterior en diciembre de 2012, implicó para la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAB) gastos de 245.470 millones, aproximadamente. Esta suma no se ha recuperado, ni podrá recuperarse por vía de la tarifa de aseo.
De otra parte, la EAB podría tener que pagar los salarios y prestaciones de los 3.577 empleados que trabajan en Aguas de Bogotá, empresa creada para prestar el servicio de aseo, que está en proceso de liquidación. El impacto de esta medida es de 190.000 millones de pesos, lo cual podría incidir en que la EAB no genere rendimientos en los próximos años.
Durante
Déficit de obras
El documento que entregará Peñalosa a las autoridades señala que la administración anterior dejó al Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) funcionando de manera crítica. La nueva administración encontró 36 contratos suspendidos, de los cuales 14 son de obra. Entre ellos, el deprimido de la calle 94, el arreglo de la sala de urgencias del Hospital de Kennedy y el edificio de la Policía.
De otra parte, se encontraron 972 procesos judiciales con contratistas con pretensiones de 2,2 billones de pesos y contratos adjudicados pero sin ejecución por 600.000 millones de pesos. La actual Alcaldía denunció que de 11 obras por las que los ciudadanos pagaron en 2013 solo se construyó una: la avenida Colombia entre las calles 76 y 80.
Según la Alcaldía están desfinanciadas, entre otras, la intersección de la avenida El Rincón con Boyacá; la avenida Boyacá desde la calle 179 a la 183; la avenida San José desde la 170 hasta la ciudad de Cali; la avenida San Antonio, desde la avenida Boyacá hasta la carrera 54D y la avenida Mutis desde la Carrera 70 hasta la Boyacá.
Bonos innecesarios
En el balance de empalme se estableció que mensualmente se repartían 70.000 bonos de “ámbito familiar”, los cuales se entregan a las mujeres que tienen que quedarse en la casa cuidando de niños que no encontraron cupos en los jardines. Estos bonos le cuestan al Distrito 75.000 millones de pesos al año.
Según el libro blanco, la falta de planeación se nota en que, por ejemplo, en un mes como diciembre solo se canjearon 67.500 bonos. Es decir, se emitieron 12.500 que aparentemente no se necesitaban.
El caos de la salud
La pérdida acumulada de la EPS del Distrito, Capital Salud, pasó en cuatro años a ser de más de 579.000 millones de pesos, lo que a su vez generó un déficit en los hospitales distritales de cerca de 250.000 millones de pesos.
SITP al borde de la quiebra
Según el libro blanco, el gobierno de Petro dejó al Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) “al borde de la quiebra”. El déficit del año pasado fue de 800.000 millones de pesos, lo que significa que cada día perdió 2.000 millones. De otra parte, el sistema tiene líos judiciales con los operadores por 3 billones de pesos, sin que se haya nombrado un equipo legal para enfrentar la situación.
Contratitis
Durante la administración de Petro se disparó el número de contratos por prestación de servicios, lo cual representó un aumento del gasto que oscila entre 50.000 y 80.000 millones de pesos al mes. En 2015 fue cuando más aumentaron con 9.000 adicionales. Como muestran las gráficas, las secretarías más afectadas por el drástico aumento de la contratación temporal fueron las de Gobierno, Integración Social y Salud. En esta última, 13.000 personas hicieron parte del programa Territorios Saludables.
Improvisación en las compras
La administración anterior compró 24 cámaras de seguridad de 130.000 dólares cada una, que sirven para hacer reconocimiento facial. Sin embargo, la Policía no tiene un sistema para hacer este reconocimiento, por lo cual la mayor parte de los equipos están guardados en bodegas. Para el hospital de El Tintal también se compraron en diciembre de 2015 equipos por cerca de 1.300 millones de pesos, entre los que había desfibriladores, balas de oxígeno y lámparas de cirugía, que por especificaciones técnicas nunca se pudieron instalar
Desorden e integración social
En este sector la administración actual encontró el peor caos. El libro blanco registra, por ejemplo, que la Bogotá Humana y el Fondo de Desarrollo Local de los Mártires suscribieron un convenio por 20.000 millones de pesos para desarrollar el Centro Humanidad, en el Bronx, sin que existiera un plan detallado de esta inversión.
Para la ejecución de su gestión, durante el presente año, la Secretaría de Integración Social tiene un déficit de más de 190.000 millones de pesos, lo cual incide en que el presupuesto destinado al funcionamiento de los jardines distritales solo alcance hasta agosto.
Otra perla del informe se refiere a que en diciembre de 2015 se inauguraron seis jardines infantiles en Engativá, Suba, Kennedy y Puente Aranda. Sin embargo, “estas unidades no se encontraban en condiciones para funcionar, pues no contaban con servicios públicos como agua y luz”.
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